La mujer gitana ha sufrido y sufre una doble discriminación, por razón de género y de etnia. Por un lado, vive en una sociedad en la que predominan los valores patriarcales, y por otro, pertenece a un grupo minoritario que vive en una situación de desventaja frente a la sociedad mayoritaria.
Sobre la mujer gitana, recae la responsabilidad de trasmitir los valores y la cultura a las siguientes generaciones. Por este motivo, entendemos que promocionando a la mujer ofrecemos una posibilidad de cambio que busque la inclusión de su comunidad.
Es el momento de que la mujer gitana decida y elija por sí misma, a través de alternativas que rompan barreras y buscando una inclusión igualitaria, sin por ello renunciar a su identidad como gitana.
Para ello, queremos promover una serie de actuaciones que contribuyan a mejorar su situación, tales como espacios de reflexión y de debate, dinámicas de grupo, promoviendo la participación y eliminando estereotipos negativos sobre la mujer.